“Fue una experiencia enriquecedora. Principalmente, porque nace de la voluntad de los estudiantes querer realizar una actividad que permitiera extender su ayuda, cariño y buena energía a más personas. En segundo lugar, porque las personas que asisten al comedor están llenas de amabilidad y ganas de ayudar al prójimo sin recibir nada a cambio”, señaló la profesora jefe de III medio C, Catalina López, tras su visita, junto a estudiantes y apoderados, al Comedor de la ONG Hijos de la Calle, ubicado en la comuna de Renca.
Agregó que “ambas partes pudimos compartir una jornada de alegría y solidaridad. Nos pudimos entregar, mutuamente, un espacio de respeto y amabilidad. A pesar de ser un día otoñal con tonos invernales, las personas que colaboran y asisten al comedor de forma permanente, permitieron que el día fuera de mucha calidez humana, de compañerismo y buena voluntad”.
La actividad se realizó los primeros días de junio.